EL DESIERTO DE ATAKAMA

La cama se extendía inmensa y desértica de un color blanco impoluto, no había nada alrededor salvo él y yo.No había ruido, ni viento ,ni cielo ni infierno.Aunque lo pretendía no era un él tan singular ni mayúsculo.
Temperaturas extremas , los desiertos es lo que tienen no entienden de gamas .Como única referencia : su reloj digital que reflejaba la hora en el cielo- techo ,con dos puntos rojos que parpadeaban hipnóticamente.

él se entregaba a las mujeres sabiendo que somos la mejor escuela.Ella se entregaba  a hombres de conducta acrisolada ,millonaria en vericuetos, suculenta en posibilidades.

Y en medio de ese desierto sus dos corazones latían , no al compás pero latían.

Como el Opio su influencia era suave y penetrante :Aquí puedes permitirte ser como eres.Te escucho .Te comprendo.No voy a exigirte nada.Todo va a salir bien.Destilaba control,equilibrio,aceptación ,bienestar.

Estar con él era como dar un paseo al sol en bicicleta : si se le pinchara una rueda, preferiría ignorarlo con tal de no perturbar la tranquilidad y belleza de ese mágico momento.Nadie como él acariciaba mis defensas hasta doblegarlas .La confrontación era su bestia negra y es que aprendió desde muy niño a olvidarse de si mismo y a fundirse con otros para obtener ese placer que otorgan la cordialidad y la placidez.Se adaptaba como un guante.Espontáneo y curioso.Sosegado , con él no había atisbo de coqueteo ,las conversaciones fluian tranquilas,sin mas intención que la de pasar un rato agradable¿seguro?Para nada ,debajo de esa superficie mansa fluía un caudal de férrea determinación e intensa pulsion sexual:Nena conmigo estas mejor que sin mi.

Y por momentos le/me dejé creerlo y  justo entonces cogía mis muñecas, las levantaba por encima de mi cabeza y con un pañuelo de seda sacado de la nada las rodeaba haciendo un nudo corredizo que en cualquier momento podía deshacer pero no quería y sucedía un lio de brazos, piernas ,sexo, sudor , olores,sabores,besos,abrazos...todo era uno.

Después de eso, no huyó , ni se arrebujó en su creación interior, tampoco me traicionó ,simplemente le asustó decir No por tanto inhibió la proximidad de un modo tan suave como cruel: visible pero impasible, presente pero tozudo, abordable pero frío, asequible pero inexpresivo. Se volvió invisible.Ya en mi cama-oasis donde no existen espejismos vuelvo a mi "SOL-edad" que ha dejado de parecerme algo terrible, quizás por que he aprendido que no hay peor soledad que la que se siente estando acompañada y hoy simplemente disfruto con la musica de Lana del Rey de mi nuevo despertador, que refleja la hora en el cielo-techo de mi habitación; y es que si de algo estoy segura es de que me enamoré a primera vista de como parpadeaban hipnóticamente los dos puntos rojos que separaban las horas de los minutos de aquel reloj reflejado en el techo del desierto.