jueves, 8 de diciembre de 2011

LA VIDA ES JUEGO Y LOS JUEGOS SUEÑOS SON

El juego es libre e innato en el ser humano.Nacemos con ambos con el juego y con la libertad.
“El hombre no es más libre en el pleno sentido de la palabra que cuando juega y no es más plenamente hombre que cuando juega”.

“El juego es una acción u ocupación libre, que se desarrolla dentro de unos límites temporales y espaciales determinados, según reglas absolutamente obligatorias, aunque libremente aceptadas, acción que tiene su fin en sí misma y va acompañada de un sentimiento de tensión y alegría y de la conciencia de ser de otro modo que en la vida corriente” (Huizinga,  1998: 45).

Nadie enseña a jugar a los niños,simplemente juegan y aprenden jugando,libres,inocentes, con pocas reglas,salvo una, la diversión. Ya de adultos la cosa no cambia, seguimos jugando y seguimos aprendiendo jugando.Pero hay matices nuevos, cada vez hay mas reglas (las mas duras, las que no imponemos nosotros mismos) , vamos perdiendo la libertad (¿o nos la quitamos nosotros mismos?) y aprendemos a jugar.Aprendemos a jugar con las cartas que nos han tocado en suerte y con ellas intentamos hacer realidad nuestros sueños.Quien no es feliz con las cartas que le han tocado, maldecirá, intentara robar las del compañero, incluso las envidiará que no envidará ,muchas veces sin pensar que quizá ese compañero tampoco este contento con las suyas, la naturaleza humana es así.
No debemos olvidar a aquellos adultos a los que se nos olvida jugar, a los que se nos olvida soñar...
Jugar es necesario, es sano pero que pasa cuando usamos el juego como un posición ante la vida, es decir cuando se considera la vida solo como un juego o cuando lo usamos como protección contra el miedo a ser desenmascarado y que se conozca como somos realmente (personas con virtudes y defectos al fin y al cabo) o jugamos para evitar la intimidad o para procurar que los otros hagan lo que no quieren hacer.Entonces surgen los Juegos de Poder. Juegos de seducción. Juegos de guerra. Juegos de estrategia. Jugar con los sentimientos.Jugar sucio. Jugar al despiste.Incluso hay quien habla del juego del amor.
¿el amor?,el motor del mundo ¿un juego? Me parece del todo una locura.Hay "cosas" con las que no se puede jugar, con las personas,con el amor,con los sentimientos... aunque no nos engañemos, lo cierto es que al final ,tarde o temprano ,movidos mayormente por el miedo terminamos jugando ,todos.Somos personas, humanos imperfectos y la mayor parte del tiempo inconscientes, pero el amor redime.No se trata tanto de no jugar , si no de Jugar limpio.
Desde aquí entono el mea culpa.Desde aquí quiero poner consciencia.
Son en estos juegos en los que es mejor plantarse, cuanto antes, aunque creamos que vamos ganando la partida y seguiremos en racha.Son en estos juegos en los que es mejor pasar palabra y esperar un nuevo giro en la ruleta de la fortuna. Por que no olvidemos que el juego en si mismo siempre es un riesgo para el jugador o lo que es lo mismo siempre que se juega se arriesga algo.Envidar que no envidiar. Y “el ser" es el riesgo por antonomasia, el ser mejor persona o no serlo.
Arriesgar es poner en juego.
Yo me arriesgo, me arriesgo a ser mejor persona, me arriesgo a poner mayor conciencia a todo, es decir a vivir aquí y ahora y no en el pasado ni en el futuro, me arriesgo a expresar mis emociones y sentimientos tal cual son y a ser franca/honesta conmigo y con los demás, me arriesgo a liberarme de juegos insanos.

"Liberemos al Niño que llevamos dentro, incorrupto, sensitivo e ingenuo, que vive el aquí y ahora, que es capaz de jugar en el mundo con la autenticidad de los juegos cooperativos/recreativos en la relación con otras personas."

Que la fuerza me/nos acompañe.






2 comentarios:

  1. A diferencia de los niños, el problema de los adultos es que solo saben jugar si apuestan; y apostar significa perder. En el juego uno gana y otro pierde y si uno apuesta y no gana pierde lo apostado, pero si gana el que pierde lo apostado es el contrario. Por eso el amor no puede ser un juego, porque se apuesta y si sale bien gana los dos y si sale mal pierden los dos. ¿ Por qué nos empeñanos en jugar apostando ?, con lo facil que es jugar por el placer de jugar, amar por el placer de amar, no de someter, no de vencer.

    Definitivamente los adultos no queremos jugar, solo nos interesa ganar, somos egoistas, solo nos sirve la victoria. Cuando jugaba al futbol nos sentíamos felices por ganar un partido, todos los demas los perdíamos, pero no pasaba nada, participábamos y eso era suficiente.

    Participemos del juego de la vida disfrutando cada movimiento, por el simple hecho de jugar, sin que el gozo sea únicamente por ver la derrota en la cara del rival; liberémonos de las ataduras y seamos niñs otra vez, donde cada nuevo participante en el juego es bienvenido, y donde el final siempre sea una sonrisa o el comienzo de un nuevo juego.

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  2. Me ha encantado :) Será porque yo siempre apuesto ganar incluso cuando juego a perder...hay que saber hacer las dos cosas: ganar y perder. Pero hay que jugar, siempre... :)
    Un abrazo enorme!!!
    Favole

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